2015: ¿OBJETIVO CONSEGUIDO?
En septiembre del año 2000, 189 países de todo el mundo, reunidos en la sede de Naciones Unidas, firmaban un acuerdo de intervención para mitigar las graves consecuencias humanas producidas por un mundo cada vez más globalizado y desequilibrado. Este acuerdo se traducía en la consecución de ocho objetivos que tenían por meta el año 2015 y que marcaban como sus principales ejes la reducción a la mitad de la pobreza extrema y el hambre, el acceso universal a la educación, la igualdad de género, la reducción de la mortalidad infantil y la mejora de la salud materna, combatir el SIDA y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y por último y en resumen, conseguir un sistema mundial global donde todas las personas tuvieran cubiertas sus necesidades y derechos sin importar el lugar donde hayan nacido.Pues bien, el año 2015 ya está aquí: hemos traspasado la meta de esta carrera mundial de fondo que se nos planteaba en sus inicios como un trabajo arduo pero factible. En efecto, el trabajo ha sido arduo pero no ha sido factible. A pesar de los avances producidos globalmente en cada uno de los aspectos a los que se refieren los ocho objetivos, las metas están lejos de cumplirse; la disparidad de condiciones en las diferentes regiones del mundo agravado por la situación de crisis mundial que ha afectado a los países occidentales y de los cuales dependía mayoritariamente esta carrera de fondo, ha provocado que lleguemos a la meta, en el tiempo de descuento, sin poder cantar una victoria. La victoria está siendo de unos pocos y debería ser de todos y todas.
En efecto, si algo se ha conseguido a lo largo de estos quince años ha sido posible gracias al trabajo y dedicación de gobiernos y políticas mundiales pero especialmente de organizaciones sin ánimo de lucro que han asumido estos objetivos como propios, puesto que la realidad social a la que nos enfrentamos así lo ha hecho evidente y necesario. En definitiva, agencias y ONGs trabajando codo con codo para alcanzar la meta.
Desde la ONGd Carumanda, de acuerdo a nuestra misión y objetivos, hemos formado parte de esta carrera; unidos al resto de agentes sociales y trabajando por alcanzar estos objetivos, que también asumimos como propios en el contexto de un mundo injustamente en desequilibrio. A pesar, no obstante, del trabajo que queda por hacer a nivel global, de los pasos que la humanidad debe afrontar con efectividad y compromiso, seguimos trabajando para mantener el testigo de esta carrera en marcha. En Carumanda, asumimos la responsabilidad de ser parte activa de este movimiento comprometido con la lucha por los derechos de todos los seres humanos desde la incidencia y el trabajo en la educación como eje vertebrador del futuro de los pueblos; la pobreza y el hambre, consecuencias de los injustos sistemas y poderes capitalistas mundiales y la igualdad de hombres y mujeres que contribuiría al desarrollo de las sociedades en todas sus vertientes. Todo para ser y vivir en una sociedad de todos y para todos.